Dentro de lo que podríamos denominar “la vieja vibración”, encontramos que todas nuestras acciones, pensamientos y creencias se encuentran ancladas y sostenidas por emociones. Comúnmente, estas emociones son de baja frecuencia, como la culpa, el miedo y la ira. Estas emociones provienen tanto de nuestra energía individual como del legado de nuestras familias, formando patrones que persisten a través de generaciones.

Además, hemos estado sosteniendo una antigua y distorsionada interpretación del concepto de karma que aboga por la idea de equilibrio. Según esta visión, si en una vida pasada cometí un acto de violencia, en mi vida actual experimentaré esa violencia en mí, y en la próxima vida me veré en la posición de defender la vida. Este es el modelo antiguo y equilibrante del karma que hemos estado manteniendo y reproduciendo.

 

Por consiguiente, nuestra existencia ha estado moldeada por estas dos influencias predominantes: las emociones de baja frecuencia y una comprensión equilibrante del karma. Juntas, han guiado nuestra manera de ser y actuar en el mundo, conformando una realidad basada en la culpa, el miedo y la ira. Es a partir de estas bases que se ha construido nuestra realidad, una realidad que, afortunadamente, tenemos el potencial de transformar en este Laboratorio de Creacion & Manifestación a medida que avanzamos hacia una nueva comprensión de nuestras emociones y del karma.