Migrantes Conscientes

Podemos distinguir a los seres migrantes en tres tipos de migración: la migración consciente, la migración por supervivencia del ego y la migración por supervivencia biológica.

Cuando hablamos de migración, nos referimos al traslado —en este caso, de un ser humano— que, ante el estímulo de su Ser Superior, elige trasladar su encarnación para vivir determinadas características experienciales; es decir, experiencias específicas que le aportarán cierta información a nivel frecuencial, permitiéndole así nutrir la experiencia del Ser encarnado en la Tierra.

El migrante consciente actúa en contacto con su propósito. Este propósito puede manifestarse de forma consciente o inconsciente; es decir, puede tratarse de un propósito del Ser que el individuo reconoce y tiene claro. Ese sería uno de los casos. Otro caso es cuando el Ser ha irradiado tanto empuje, tanta iniciativa, que el ser humano se traslada sin saber exactamente por qué, pero siente ese llamado a realizar un cambio. Lo lleva a cabo sin quejarse, movido por lo que percibe como una búsqueda de autorrealización.

Es decir, siempre podríamos distinguir estas variantes dentro de la categoría del migrante consciente. Podemos identificar a aquel que actúa con plena conciencia de su plan, de la misión que lo guía, así como a quien, aun sin poder discernir con claridad de dónde proviene ese llamado o qué forma específica tiene su misión del alma, percibe que está respondiendo a una energía superior.

Protocolo

Mantén esta pestaña abierta en tu navegador, para luego volver a hacer este protocolo.

¡Súmate a la comunidad en WhatsApp para continuar este entrenamiento y estar en contacto con Ariel en cada momento!

unirme a la comunidad

Instrucciones para seguir el Protocolo

1.-

Ten a mano un vaso de agua, un equipo reproductor para el protocolo con una buena conexión a internet y unos auriculares.

2.-

Comienza tomando agua, según lo necesites.

3.-

Ponte los auriculares y sigue el protocolo en primera persona y en voz interna. Si te quedas dormido mientras realizas el protocolo, no es necesario repetirlo.

4.-

Al finalizar, puedes volver a beber agua y continuar con tus actividades.

5.-

Vamos a aplicar (escuchar) este protocolo durante un período de 3 días y lo aplicaremos 3 veces al día. Te sugerimos en el horario de la mañana al despertar, luego en un momento de recreo en la tarde y por último en la noche antes de irte a dormir.

Este protocolo también puede llevarse a cabo mientras realizas tus actividades cotidianas.
Escucha este protocolo durante tres días, tres veces al día: por la mañana al despertar, en un momento de recreo por la tarde y antes de ir a dormir.

¿Quieres profundizar aún más?

Cuando hablamos del “migrante por supervivencia del ego”, nos referimos a aquel que se traslada para satisfacer los deseos del ego. Esto puede manifestarse, por ejemplo, como una necesidad de supervivencia de su clan familiar o como una forma de proteger áreas de su vida que están gobernadas por el ego.

Un caso típico sería la defensa de sus ideales, lo cual no debe confundirse con la defensa del propósito del alma o del Ser. Quien defiende sus ideales puede migrar con el fin de preservar ideas que están basadas en el ego o en una necesidad de supervivencia personal.

Por ejemplo, una persona puede emigrar por supervivencia del ego cuando busca alejarse de su núcleo familiar, cuando desea crecer porque siente que en su entorno actual no será comprendida, cuando quiere defender sus ideas o cuando desea, de forma inconsciente, demostrarle algo a su familia —como decir: “Mira lo que logré”—. Todo esto responde claramente a una migración por supervivencia del ego.

En lo que respecta a la necesidad de protegerse o a la lucha por justificaciones, esto proviene claramente del ego. Ni hablar cuando se produce una migración con el fin de satisfacer deseos materiales, como podría ser el caso de alguien que, desde una provincia, un estado, un país, elige trasladarse a una gran capital con la intención de "triunfar".

Más allá de que pueda existir un anhelo que represente un contacto auténtico con su Ser o con su alma, en este ejemplo nos centramos en aquellos casos en los que la persona huye, de forma repentina, de su clan familiar —que tal vez espera que siga una determinada carrera—, y se muda a una gran ciudad para vivir con mayor libertad. A veces, esa libertad puede estar relacionada con la expresión de una sexualidad diferente o con la elección de un modelo de vida distinto y nuevo.

No debe confundirse cuando, por supervivencia del ego, una persona se traslada para estudiar nuevas carreras —por ejemplo, en oposición a su legado familiar—, con aquellas situaciones en las que es la conciencia del Ser la que impulsa la acción. Por ejemplo, puede darse el caso de alguien que siente, desde su Ser, la necesidad de estudiar medicina, con el propósito de convertirse en un médico integral, uno que realice estudios específicos y promueva también el contacto con el Ser.

Estos casos deben analizarse de forma separada, ya que presentan diferencias sustanciales. Sin embargo, a grandes rasgos, el migrante por supervivencia del ego actúa, generalmente, en oposición a algo. Su movimiento suele estar marcado por una reacción, por ejemplo, ir en contra del mandato familiar.

Muchas veces, también puede existir una búsqueda de nutrición a través de nuevas experiencias. No obstante, lo más notorio —lo más grosero— es cuando hay un escape: una huida simbólica para evitar ser atrapado por el linaje, o para no morir de hambre, como alguna vez ocurrió con los ancestros. Es, en esencia, una carrera por la supervivencia, pero desde una perspectiva egoica.

El migrante por supervivencia biológica es, podríamos decir, el que genera menor impacto negativo. Es decir, menor impacto en términos de un choque emocional o energético desfavorable.

Por ejemplo, quien debe emigrar debido a una alergia al aire de la zona en la que vive, está actuando desde una necesidad de supervivencia biológica. Se traslada para proteger su cuerpo, y esta decisión no necesariamente proviene de una frecuencia baja. Al contrario, puede tratarse de una supervivencia esperable, que incluso vibra en una frecuencia alta, ya que se asocia la experiencia de migrar con el cuidado y protección de la propia biología.

Es distinto el caso de alguien que, teniendo una alergia que podría tratar en su ciudad, decide trasladarse a otra ciudad con la intención de mostrarle a su familia o a sus amigos que puede recibir tratamiento en otro lugar. Más allá de que ese tratamiento sea más innovador que el disponible en su localidad, aquí la verdadera pregunta sería: ¿realmente necesitas trasladarte? Si la respuesta es no, entonces habría que explorar qué causas lo están impulsando a migrar.

Así, la migración, entendida como movimiento, puede tener distintas características. Pero lo más importante a la hora de distinguirlas es identificar cuál es el impulso que recibe ese individuo para realizar el traslado.El aporte que hace este protocolo es elevarnos desde la situación en la que nos encontramos. Quien es o va a migrar de forma plenamente consciente, que su camino transcurra con fluidez, como debe ser.

En el caso del migrante por supervivencia, es necesario entrar en un proceso de reconocimiento personal y, a partir de allí, recibir la coherencia que entrega el Ser Superior, lo cual actualiza rápidamente el camino a recorrer.

Para el inmigrante por supervivencia biológica, se manifestará el total apoyo y la gratitud por las acciones orientadas a la preservación de la vida.